La visualización de las imágenes en el monitor.
Antes de entrar en detalle sobre el proceso de ajuste, es necesario que conozcamos cómo se consigue que la versión digital de la imagen aparezca correctamente visualizada en el monitor.
El formato digital de la imagen representa cada píxel como un conjunto de tres valores de 8 bits (valores 0-255), correspondientes a los tres colores básicos del formato aditivo del color (rojo, verde azul o RGB por sus siglas en inglés). Por ejemplo (25, 154, 255) o (32, 0, 128)Antiguamente los monitores eran dispositivos puramente analógicos, y por tanto necesitaban recibir la información de esa forma, como una señal de vídeo (no merece la pena abundar en este punto, pues es un vestigio del pasado). La transformación de la imagen digital a su equivalente analógico era responsabilidad de la tarjeta de vídeo o, como se le llama actualmente, tarjeta gráfica. El formato de transmisión de vídeo entre la tarjeta gráfica y el monitor se conocía como VGA, al igual que el nombre que se le daba a los conectores y al cable.
Con la llegada de los monitores LCD, éstos se encargaron de la conversión de la imagen digital a la analógica y hubo que desarrollar la conexión digital entre la tarjeta gráfica y el monitor. El monitor se convirtió en otro dispositivo digital más que recibía información digital desde el ordenador, como si de un disco duro o de otro periférico se tratara. Lógicamente se crearon estándares específicos de comunicación digital, dado que la información transmitida, por muy digital que sea, sigue tratándose de una señal de vídeo que exige una precisa coordinación temporal para su correcto visionado. Los estándares de conexión más populares, junto con sus conectores y cables, son DVI, HDMI y Display Port. Seguro que tu monitor tiene, al menos, un conector de uno de estos tres tipos.