Ésta es Policiales (nombre oficial; Teresa), gatita abandonada a principios del verano y condenada a una muerte casi segura o a algo mucho peor, si no fuese porque la recogimos y la metimos en casa.
Me gusta llamarla Policiales porque poco antes de que apareciese por casa vi una película uruguaya donde aprendí que en Uruguay llaman así a la sección de sucesos de los periódicos; me gustó el palabro. Y como Tere se pone a menudo en modo Investigación (es taaaaan curiosa), pues con Policiales se ha quedado.
La foto es mala, lo sé. Claro. Es una foto de aquí te pillo, aquí te mato, hecha como parte de la prueba de una Nikon D5000 que me dejaron para que comprobase que funcionaba correctamente. Es lo que tiene haberse hecho fama de saber de esto entre la familia, los amigos y en el trabajo.
El caso es que la foto está hecha con el flash interno y con el ajuste automático de la sensibilidad, lo que dio 1250 ISO. El objetivo es el básico (18-55 F3,5-5,6 VR), omnipresente en los kits. El original es un fichero raw procesado con Capture One v5; en este caso sólo subí un décimo de EV la exposición y aplique una ligera máscara de enfoque. Examinando un par de recortes tras procesarla con todas las reducciones de ruido desactivadas, se puede apreciar la gran mejora que han experimentado los sensores de este tipo de cámaras, capaces de sacar los colores a sus homónimos de cualquier réflex digital profesional con más de cinco o seis años de antigüedad.
En este recorte a píxeles reales se aprecia el ruido en las sombras. No está nada mal y promete mucho si se le aplica un proceso posterior cuidadoso. Con sus 12 Mpíxeles, este sensor APS-C (DX en el dialecto nikoniano) da para positivar a 30x45 cm. sin despeinarse, y a 50x70 cm. si partimos de buena materia prima en el raw e interpolamos con cuidadín. Dado que los laboratorios que todavía resisten el embate de la ola digital utilizan máquinas que requieren 10 píxeles por milímetro, un 30x45 cm. necesita 13,5 millones de píxeles, pan comido para un sensor con 12 millones de elementos fotosensibles. Claro está, un 50x70 cm. se va a 35 millones, pero bien postprocesada y vista a distancias razonables, las ampliaciones quedarán de lujo.
Otro aspecto que me llamó la atención es su rango dinámico. Policiales es mi primera gata en blanco y negro, si hacemos salvedad de la mancha rosa que constituye su nariz y de sus ojos verdes. ¿Cómo resulta un primer plano de su cara?
Veamos otro recorte a píxeles reales. El grado de detalle en las altas luces es notable, se percibe bien la textura del pelo y las gradaciones del blanco y del rosa son naturales. La nitidez es la que es, el objetivo de kit, aun a F8, no es para echar cohetes, y encima le he aplicado la máscara de enfoque made in Imagenlibre, que es lo más parecido a no aplicar ninguna. Odio los efectos indeseados de la nitidez digital; un empujoncito para eliminar la blandura propia de los sensores Bayer y nada más.
El foco, clavado. El enfoque no ha dejado de mejorar con los años; la D5000 cuenta con el mismo sistema que la semiprofesional D200, anunciada hace seis años y que costaba tres veces más. La medición de luz, tanto ambiente como flash, prácticamente en el sitio. Impresionante. Da que pensar. Sobre todo, a los que nos hemos gastado una pasta gansa en una cámara de categoría superior. Para la mayoría de las situaciones fotográficas de la mayoría de aficionados que se meten en el mundo de las réflex, es difícil justificar un equipo más allá de una cámara básica como ésta. Si se quiere calidad de imagen, lo mejor es ponerle buenos objetivos y no hacer a la inversa.
Aunque siempre podremos criticar el tamaño de su visor, es tan chiquitín...
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